Compartiendo la vida con los preferidos de Dios
Inserita il: 16/06/2014
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“El Señor es mi Pastor nada me falta”
Con esta frase del salmo 23, quiero dar gracias al Buen Pastor, por permitirme acompañar a un grupo de jóvenes, que deseosos de compartir la vida con los más amados de Jesús, quisieron ir para dar testimonio de su amor a Jesús en los más pequeños, que han sido excluidos por su propia familia y por la sociedad, pero que este hogar los ha acogido en el nombre de Jesús, viendo en ellos el mismo Cristo sufriente.
Es de admirar como estos niños en medio de su dificultad, siempre saben dar amor a los que los visitan y saben ser agradecidos por todo lo que reciben de parte de quienes los han acogido con amor y gratuidad.
Queremos compartir con ustedes la experiencia que hemos vivido, el día 7 de junio de este año, con el grupo de acólitos y los jóvenes de la renovación carismática de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, colonia Campestre, con los cuales hemos realizado una visita a la Casa hogar Divina Providencia, que atiende a niños con lesión cerebral, fuimos alrededor de treinta personas, nos acompañaron algunas madres de familia en esta visita.
Antes de entrar tuvimos un espacio de oración, para colocarnos en las manos de Dios y así prepararnos para esta nueva experiencia de vida; al entrar, primero conocieron el lugar, después tuvieron varias actividades como hablar, jugar, relacionándose con los niños del hogar, para hacer amistad y darles un momento de alegría a la vida de estas personas especiales, los más amados de Jesús.
¿Para que le sirvió esto a los grupos? Este compartir les sirvió para reflexionar sobre los diferentes aspectos de su vida, agradeciendo a Dios por ella, y los protagonistas quisieron dar su testimonio de lo vivido, lo veremos a continuación:
KAREN ORIHUELA:
Me gustó mucho hacer esta experiencia, porque me llenó de vida nuevamente y tener más razones para agradecerle a Dios por todo lo que me ha dado hasta el día de hoy, y echarle más ganas ,para poder ayudar a esos angelitos que Dios hizo a su imagen y semejanza, ya que Él nos hizo a todos únicos, auténticos e irrepetibles, somos su creación y lo mejor es que todos nos apoyemos para convivir como Él nos dice; todos somos hermanos y esos angelitos me dieron esa alegría; esas ganas de vivir con mucho más entusiasmo, me gustaría seguir amándolos para que sigan estudiando, porque sólo Dios sabe hasta dónde llegarán.
XIMENA ORIHUELA:
Esta experiencia me ayudó para que valore mi propia vida, aprendiendo que no debo ser tan exigente con mis padres, ya que ellos me dan lo mejor de sí mismos. Me dio mucha alegría haber ido a este lugar, ya que me ayudó mucho, no sólo a aprender experiencias; sino a darme cuenta que no se necesita tener todas las partes de tu cuerpo o toda la inteligencia del mundo; si quieres puedes y más con la ayuda de Dios. Me gustaría ir más seguido porque es muy bonito ayudar a las demás personas y al ver como se alegran al verte, te da más ganas de vivir y echarle más ganas.
JOSÉ DE JESÚS:
La experiencia vivida en este día fue muy linda y fuerte, me dio la idea para pensar que la gente, incluyéndome, que gozamos de todas nuestras facultades, nos quejamos de todo al ver a los chiquitines que en su sufrimiento, te regalan una sonrisa, te hace sentir diversas emociones y te pones a pensar: ellos que no gozan de todo lo que yo no tengo o puedo hacer y son muy felices: y en cambio yo, que gozo de todo esto y aún de más cosas, hago menos con cosas absurdas; abandono aquellos que sólo me quieren ayudar y reprimo lo que tendría que amar. ¿Por que no podemos aprender un poco de estos pequeños y de las personas que les ayudan?, tengo que aprender mucho de ellos, desde su humildad hasta su cariño, y aprender así mismo a valorar lo que tengo y a los que tengo. Esos pequeños me robaron una parte de mi corazón y me gustaría volver en otra ocasión.
ALEJANDRA LICONA:
Esta experiencia me ayudó a apreciar más lo que tengo, mi vida, mis padres y todas las oportunidades que tengo y me faltan por tener. Doy gracias a Dios por estar sana, por estar completa y poder coordinar. Pienso que debe ser difícil trabajar con niños especiales. Como reflexión, invito a hacer esta experiencia a los jóvenes y adultos para que podamos valorar lo que tenemos y dar gracias a Dios por ello y porque nos deja estar bien con nosotros mismos.
RICARDO:
Me gustó mucho jugar con los niños, hablar, sintiendo el amor y la alegría de estos niños, me enseñaron a valorar las pequeñas cosas que tengo, quisiera volver a esa casa, a convivir con esos niños, porque con una sonrisa o mirada que ellos me dieron me dijeron más que mil palabras, diciéndome “te amo”, “gracias”. No me gustó que algunos niños no pudieran jugar con nosotros, y yo que si lo puedo hacer, no lo hago, ese amor que sentí llenó mi corazón.
CARLOS EMANUEL JIMÉNEZ:
Me agradó ir a esta experiencia, ya que conviví con niños que tienen diferentes discapacidades, con los cuales jugué, tomándolos en cuenta como si fueran uno más como nosotros. No me gustó que los niños tengan diferentes discapacidades y por ello con algunos no pude jugar, si bien me hubiera gustado. Esta experiencia me ayudó a respetar a mi mamá, a portarme bien, valorar lo que tengo y las cosas que se me dan.
IGNACIO JIMÉNEZ:
Esta experiencia me ayudó a ver otra realidad, conocer más niños que tienen discapacidades diferentes con los que jugué y dialogué, dándoles un momento de alegría; esto me invita a valorar más lo que yo tengo.
FÁTIMA RICO:
Mi experiencia fue que al compartir con otros niños diferentes a mí, me hace ver que puedo compartir con ellos, dejando una lección a mi vida, de valorar mi cuerpo y lo que tengo y me gustaría ir de nuevo para llevarles cosas que necesitan estos niños.
RUBÍ RIVERON:
Me gustó jugar con los niños, convivir con ellos, sobre todo con los más chiquitos que les falta cariño y amor; ese rato lo pasé muy bien con ellos. Me dio tristeza ver cómo vivían, sin su familia y sólo apoyados por los que los acogieron allí.
ITZEL MAYA:
Lo que me gustó de la casa hogar es que todos conviven, veo que les gusta estar ahí, al inicio tuve miedo, pero después pensé que si los veo con el corazón, tal vez no hacen nada, son ideas mías, y si los rechazo, ellos lo sienten; comentó mi mamá que había niños que no se movían, ni hablaban, nada más te miraban. Me gustaría más adelante volver a ese lugar.
ALEJANDRA ANAHÍ AGUIRRE:
Cuando llegamos, me sentí con miedo de no saber qué hacer, pero ya estando adentro tuve la fortaleza de conversar con la gente, de darme cuenta que lo único que ellos piden es una simple caricia o un abrazo, cuando ellos te dan mucho amor, cariño. Me gustó que son personas que te aman, desde el primer momento que te ven, y cuando subimos a las habitaciones, me sentí mal porque son personas que no tienen mucha diferencia con nosotros; me enseñaron que los puedo amar como son, y que debo amar a mi familia, más que a otros de afuera.
JOSÉ AARÓN AGUIRRE:
Cuando entramos a la casa hogar sentía miedo pues no había tenido una experiencia antes como esta, con el tiempo me di cuenta que debo valorar más las cosas, que tengo mi familia y sobre todo, me enseñaron que no debo desperdiciar nada; me gustó mucho jugar con los niños.
MARGARITA AGUIRRE:
Para mí, fue una experiencia muy bonita el convivir con personas diferentes que tienen unas ganas de vivir a pesar de su enfermedad; y me hizo reflexionar que tengo más cosas que ellos y que no sé valorar lo que tengo y las personas que amo. Me gustaría que otros hagan esta experiencia para que los ayude a valorar sus cosas y su familia porque es una experiencia inolvidable.
ANA LUCIA AGUIRRE:
Mi experiencia fue que nunca pensé ver tanta gente que no puede hacer nada, pero con muchas ganas de seguir viviendo, y yo tengo mucho, como mis papás que están conmigo y no los valoro; después de hoy seré una mejor persona e hija.
KAREN DE JESÚS:
Me impresionó ver a los niños en esta situación, me dio tristeza; pero a la vez me sirvió para reflexionar sobre mi vida y las cosas que tengo, me gustó mucho porque me hace ver la realidad en que viven estas personas, y así aprender que debo compartir más con los necesitados.
Hna. Alejandra Bustamante
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Raquel
29/06/2014 | 04:34
Que bueno Cinthia que pudiste ayudar a sensibilizar estos niños y jóvenes frente al sufrimiento y el dolor humano. Dios continúe bendiciendo tu vocación de Pastorcita, ¡adelante!
sonia
23/06/2014 | 10:50
En union de action de grace pour votre temoignage! voir la realité et parler sur elle!
Ana Acero
18/06/2014 | 22:16
Me alegra Alejandra Cinthia por esta acitividad realizada...Dios quiere hacer tanto bien a través de tu ser Pastorcita. Bendiciones para tí y para todos los que participaron en este hermoso momento. Abrazos.
maria
16/06/2014 | 18:59
gracias, Alejandra por el bello y el desafiante testimonio...un fuerte abrazo y que el amor del Buen pastor les siga animando.
María y comunidad de Santiago
